Vídeo en el que se compara el sistema educativo español con el de Finlandia
Hace apenas 2 o 3 años, era normal oír todos los días, en la radio o en la televisión, las manifestaciones en España en contra de los recortes en Educación. Toda la culpa se la echábamos al Gobierno por recortar 3.000 millones de euros en la educación pública.
Por otra parte tampoco es normal que se hayan aprobado siete reformas educativas en las que lo único que se ha comprobado es que se está llevando a cabo una política de control sobre el pueblo español. También hemos observado que se ha desprestigiado la Educación, justo al contrario de lo que pasa en Finlandia. En este país se le da a los maestros la importancia que merecen ya que forman un papel muy importante en la vida de cada niño/a: ellos son los que, junto a los padres, educan y forman a las personas desde temprana edad.
El problema en España en cuanto a la Educación puede solucionarse si iniciamos, por voluntad propia, cambios en nuestra mentalidad, pero debe ser un interés común a padres, profesores y políticos. Recuerdo que cuando mi hermana o yo disminuimos nuestro rendimiento en el instituto, mi madre acudía a hablar con el tutor o profesor, según la asignatura, y quería una información detallada sobre nuestro comportamiento académico en el centro. De esta forma, ella podía aconsejarnos y ayudarnos sobre ciertos aspectos en los que errábamos. Pero cuando los nuestros profesores observaban que acudía una vez al mes, le preguntaban que porqué se preocupaba tanto, que habían otros alumnos en peores situaciones y no acudían sus padres tanto. Esta reacción no me parece adecuado en un maestro, ya que la participación de los padres en la educación que reciben los hijos debe ser algo primordial.
Por ello insisto en que la clave principal en el sistema educativo debe ser la formación del futuro docente, así como la implicación de cada madre, padre o tutor en la formación del hijo/a.
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